Porque no todo es trabajar, en mi tiempo libre me gusta disfrutar de mis aficiones, amigos y familia. Japón, mis plantas y los videojuegos que marcaron mi infancia, se llevan buena parte del tiempo que me queda tras el trabajo, la otra parte se la dedico en pleno a la gente que quiero.
El japonés se ha hecho un hueco entre mis idiomas y aunque de momento mi nivel es básico (JLPT N5) poco a poco voy avanzando en la comprensión de la lengua 日本がすきですね!.
Los videojuegos también tienen un papel importante en mi vida, quizá porque de pequeño me maravillaba con las bestias de 8 y 16 bits, ni que decir la impresión de llegar a 32 y 64. Ahora con unos añitos más a la espalda es iniciar Zelda: a link to the past o Super Mario bros 3 y la sensación vuelve, merece la pena recuperarlos y jugarlos de vez en cuando para volver más de 25 años para atrás.